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lunes, 17 de enero de 2011

Mar y caipirinha

¿Acaso importa la nomenclatura de Dios? ¿Por qué no, Energía Universal Divina… y millones de seres con entidad propia?
Y sí, libertad de credo… también Derechos Humanos y No Violencia.
Las especies, las etnias: son expresión viva del latido universal en cada rincón del planeta… más allá de formas, rasgos o facetas.
¿Género, hábitat, tribu, ciudad, nación, planeta... acaso galaxia? ¿Qué más da dónde o cuándo? Lo importante es la calidad del cómo. Todos somos iguales, hermanos en la supervivencia y la adaptación.
Aquí, a decir verdad, el Sol, es una fuente que regala por igual el agua cristalina de la existencia a sus hijos (¡que tienen sed de latidos!)... es un padre que ama por igual a cuanto nutre.
Es preciso sentir al Sol, por encima de todo. Sentirlo y sentirse.
Nosotros, los humanos, nos creemos superiores, con derecho a dominar, a explotar, a exterminar… si es preciso a otros seres humanos. Incluso, tenemos legalmente institucionalizada la guerra donde vergonzosamente se envía a la flor y nata, en plena juventud, a morir por estupideces y paranoias de cuatro iluminados... y la brutalidad de los efectos colaterales.
Sobre todo, somos también animales… y un poco plantas, si cabe.
Somos un eslabón más del ecosistema, de la evolución, de la biodiversidad.
Todo ser vivo merece profundo respeto y consideración, más allá de lo diferencial o de la mayor o menor capacidad adquirida de defenderse: cada homo sapiens, cada animal, cada planta… también lo inerte.
Por otra parte, La Tierra late con fuerza. Es la madre que nos amamanta.
¿Por qué la agredimos tanto? (…)
−Eh!, amigo!. Deseja você comer alguma coisa?... caldo carioca, bacalhau grelado, frango com batatas ? morango e nata? Pra beber… Gosta você duma caipirinha?.
Despierto de la ensoñación provocada por la inmensidad del océano embravecido, que me envuelve a través de los cristales mojados por la lluvia. Emerjo de las profundidades de la melodía afro-zen-brasileira que suena, sentado en un taburete junto a una estufa de carbón… ¡Ah!, ya recuerdo, estoy en el bar “Belo Horizonte” de Figueira da Foz… Por fin miro la pizarra de menús y respondo al camarero:
−Sim… amigo… duas batatas ao forno, pão de milho, manteiga de cacau, morango com nata e xerope de maracuiá e... pra beber, uma caipirinha com muito gelo, ron torrado e limões selvagens das Caraibas. Obrigado.

a Foz-janeiro- 2011

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