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viernes, 24 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD

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jueves, 23 de diciembre de 2010

Navidad

                    

                             

Lentamente subí el cubo hasta el brocal donde lo dejé bien seguro. En mis oídos sonaba aún el canto de la roldana y veía temblar al sol en el agua agitada.
-Tengo sed de esta agua -dijo el principito-, dame de beber...
¡Comprendí entonces lo que él había buscado!
 Levanté el balde hasta sus labios y el principito bebió con los ojos cerrados. Todo era bello como una fiesta. Aquella agua era algo más que un alimento. Había nacido del caminar bajo las estrellas, del canto de la roldana, del esfuerzo de mis brazos. Era como un regalo para el corazón. Cuando yo era niño, las luces del árbol de Navidad, la música de la misa de medianoche, la dulzura de las sonrisas, daban su resplandor a mi regalo de Navidad.
-Los hombres de tu tierra -dijo el principito- cultivan cinco mil rosas en un jardín y no encuentran lo que buscan.
-No lo encuentran nunca -le respondí. -Y sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua...
-Sin duda, respondí. Y el principito añadió:
-Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón.
(El principito/Antoine de Saint-Exupéry)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Un no cuento de Navidad





  Cada minuto, 210.000 metros cuadrados de bosques tropicales son destruidos en el planeta Tierra, a la vez que que se consumen 35.000 toneladas de petróleo y son expulsadas al aire 12.000 toneladas de dióxido de carbono. Cada hora 6.850.000  metros cuadrados de tierra se transforman en desierto, 55 personas son envenenadas y mueren por los pesticidas, en tanto se producen 60 casos de carcinoma de piel por la degradación de la capa de ozono.
Cada cinco horas, una especie desaparece.
Cada día 25.000 personas mueren por falta de agua o por su contaminación, en cuanto las centrales nucleares producen 10 toneladas de residuos radiactivos y 250.000 toneladas de ácido sulfúrico caen en forma de lluvia ácida en el hemisferio norte.
Cerca de 1.500.000.000 millones de hermanos homo sapiens pasan hambre mientras derrochamos impunemente a su lado.
Esto no es un cuento de Navidad... ya lo sé.

jueves, 16 de diciembre de 2010

No se puede comprar

Tú no puedes comprar el viento,
 tú no puedes comprar el sol,
 tú no puedes comprar la lluvia...
 ("Calle 13". Sony Music/Latin)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Castaños mileños de Los Ibores

 
Nos dirigimos a la localidad de Castañar de Ibor y desde allí fuimos a pie hasta los alrededores de la Cascada de las Calabazas.
El camino que conduce a los “castaños mileños” (de mil años), discurre por un espeso castañar. Un arco iris de tonalidades otoñales se abría a nuestro paso.
Al llegar al enclave, surgió la majestuosa silueta del castaño del postuero que nos deslumbró. Dicho ejemplar, oficialmente ostenta una edad de 700 años… pero la tradición  le otorga mil.
Sus raíces son descomunales y sobresalen exageradamente del suelo, semejando pertenecer a un cuento de hadas. Su tronco... bestial, pude comprobar que se necesitan trece personas para abarcar el perímetro con su abrazo.
Su presencia ejercía una seducción especial. Reconozco que me llevó un buen rato tomar la decisión de partir de allí... como retenido por un potente imán. 
PD. Agradecimientos a Pedro por sus indicaciones.

fruto de peonía




   

Caminando




*Photo by Antòniu

Cuento de hadas...



Castaño del postuero




*"Chuchi junto castaño del postuero"
Photo by antòniu

Raices con arte



Fruto silvestre



Cabeza de dragón



 

Irreductibles al paso del tiempo...



Casa de enanitos




*Photo by Antòniu

sábado, 4 de diciembre de 2010

Árbol secular

   Hace unas semanas, como cada año en otoño, fui con Alán y Alba a visitar a un viejo amigo: el secular castaño de Aldeanueva de la Vera.
Se trata de un anciano ejemplar que mora en la sierra, en la zona de Los Jorcajos… en las praderas de Chilán.
Es difícil atribuirle una edad exacta pero comparativamente con otros destacados castaños longevos, me atrevo a decir que sobrepasa con creces los quinientos años... ¿acaso mil?
Es un espectacular ejemplar, de porte majestuoso, de gran talla y con un tronco de sorprendente perímetro  (se necesita el abrazo de unas cuantas personas para abarcarlo).
   Llegamos, lo observamos, nos subimos a sus gruesas ramas para sentirlo próximo, nos fotografiamos con él…
   Al marchar, parecíamos caminar con ligereza, como impregnados si cabe por la esencia del árbol.

Nos acercamos...



Nuestro amigo castaño



A su lado




                                                  *Photo by Antoníu

Con nuestro amigo



La pradera



                                                 *"Chilán, su perro Felipe y las vacas"
                                                                               Photo by Antòniu
                                       

En la casa del heno

Hasta otro día...



                                                      *Photo by Antòniu

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Femme arbre




                                                      *Painting by Antòniu

lunes, 29 de noviembre de 2010

Ser árbol

A veces cambiaría el pellejo por la corteza de un árbol, el pecho por su tronco, la sangre por su sabia, la boca por sus raíces... el miedo al paso del tiempo por su estática libertad.
A veces silenciaría hasta las palabras... tan solo ver y oír.
Fulminar las expectativas, arrancar del alma la arrogancia existencial.
Acariciar viento con mis ramas, beber lluvia, respirar sol.
Legitimar las primeras yemas en primavera y en otoño soltar hojas.
Percibir el latido de la Madre Tierra en silencio… dar sombra, sin más.
A veces cambiaría la corteza por pellejo.

Ser




                                                     *Photo by Antòniu

Ser árbore


As veces trocaría o pelexo pola cortiza dunha árbore, o peito polo seu tronco, o sangue pola súa sabia,
a boca polas súas raíces... o medo ao paso do tempo pola súa estática liberdade.
As veces silenciaría ata as palabras... soamente ver e máis escoitar.
Acariciar vento coas miñas pólas , beber choiva, sol pra respirar.
Lexitimar as primeiras xemas en primavera e no outono follas ceivar.
Percever os latexos de Nai Terra en silencio... dar sombra sen máis.
As veces trocaría cortiza polo pelexo.    

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Maestro árbol




    Existen hombres y mujeres considerados “maestros” o “maestras”, capaces de transmitir con su sola presencia, a saber: sabiduría, armonía, luz, etc.
Suelen ser personajes con una larga existencia sobre sus espaldas, portadores de un mensaje profundo y si cabe renovador… y en ocasiones guías de multitudes.
Pues bien, también hay seres vivos no humanos que de alguna manera pueden ser considerados auténticos maestros. Maestros callados, que igualmente hablan de trascendencia con su sola presencia.
Me refiero a los majestuosos árboles longevos.
Son solemnes ejemplares centenarios, incluso a veces milenarios, que perviven contra viento y marea allá donde germinaron en lejanos tiempos pasados.
En su esencia misma constituyen una lección permanente del saber ser y estar.
   Tengo entendido que hay un cedro en las montañas del Líbano con 5.000 años de edad o lo que es lo mismo: !inició su existencia a la par que la civilización egipcia¡ En América, existen secuoyas de 2.000 ó 3.000 años y casi 150 m. de altitud (por el tronco horadado de alguna, discurre una carretera). He oído hablar de baobabs milenarios que son adorados en África. De igual modo, es venerada la Higuera Madre de la India, si cabe la más vieja del planeta, capaz de cubrir con su copa a numerosos rebaños. Y el record en longevidad, parece ostentarlo un abeto de Noruega que inició su periplo vital en plena Era Glacial, es decir hace 10.000 años.
En la Península Ibérica, tenemos referencias de un antiguo castaño secular en Las Alpujarras en cuyo interior moraba una familia de moriscos. En Asturies hay texos milenarios, en Girona una oliva de 2.500 años y en el norte de Extremadura castaños que se aproximan al milenio.
   Personalmente, reconozco sentir una atracción total hacia estos maestros. Me atrevería a hablar de un ritual en mi encuentro con ellos: aproximarme casi reverencialmente, deleitarme con sus dimensiones, intuir su historia, atesorar su tacto, saborear sus frutos, percibir su latido en el abrazo… y aprender de su existencia silenciosa.
   Sí, son honorables entidades, tan dignas de ser admiradas como la gran pirámide de Keops o el Taj Mahal… tan egregios como el mayor príncipe de príncipes… tan transcendentales como el mismísimo Dalai Lama.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Dura Nai Terra

   Érgome ás 7 h. menos cuarto da mañá. Aínda é noite.
Medio durmido, prepárome un café con leite e dubido se escoitar Alan Stivell ou ver a tele. Finalmente, por pura inercia, gaña a caixa tonta.
Entre sorbo e sorbo engulo as novas planetarias que para variar non son nada alentadoras.
Aparte do monotema da “crise” (froito dunha macroeconomía despilfarradora, agresiva e insolidaria) e as lerias dos políticos de turno, sorpréndenme outros acontecementos mundiais que foxen do control do homo sapiens.
Entre mordiscada e mordiscada na torrada con manteiga, desfilan diante dos meus ollos, conmovedoras imaxes vidas de Indonesia. Primeiro chegou o inesperado e salvaxe tsunami: centos de persoas arrincadas do seu leito por xigantescas ondas asasinas.
Despois veu a erupción do volcán Merapi. Na pantalla, un home en motocicleta deambula a duras penas nun espeso manto de cinza tóxica… corpos abrasados, vivendas arrasadas e un panorama fantasmal.
É a cara bruta da Nai Terra que arremete violentamente contra inocentes humanos sen previo aviso.
Seguidamente chegan imaxes de Haití, por certo, o país máis pobre de América: o cólera segando vidas de novo (danos colaterais ao fin e ao cabo da furia da cortiza terrestre).
Nun instante, aflórame ese sentimento de rabia e ata certo punto de nihilismo da adolescencia: “Se Deus existe ¿Por qué carallo, permite todo isto?”.
Máis tarde arremeto contra a Terra como fillo que se revela: “¿Por qué as túas belezas e bondades se tornan crueis contra as túas criaturas predilectas?” (facéndose inevitabel a influencia da bagaxe educacional antropocentrista recibida) e non podo evitar vela como se fose un neno malo que acerca un chisqueiro á entrada dun formigueiro para contemplar por pracer como se retorcen os desprotexidos insectos coa chama.
Finalmente, véñenme lembranzas da miña última viaxe á illa de Lanzarote… da fermosura da súa paisaxe volcánica, consecuencia sen dúbida algunha dunha oroxénese violenta. Recapacito e penso que quizais nada é gratuíto… a pesares de todo.
Dalgunha maneira, cando Nai Terra manifesta a súa furia non fai distincións, non outorga privilexios ao homínido máis evolucionado… de nada serve a tecnoloxía alcanzada nin os petrodolares.
Percibo agora ao Planeta como un ente vivo que latexa, que ten forza, que tamén se expresa en ocasións duramente con efectos secundarios indeseabeis… e vexo ao ser humano, pequeno, uno máis, en igualdade de condicións que calquera ser vivo.
E antóllaseme inxusto, prepotente e absurdo o “especismo” instaurado polo Home (e a Muller). Inxusto, o arrogante e desapiadado aproveitamento masivo de todas as manifestacións de vida animal e vexetal. Inxustas as irreversibeis secuelas producidas na biodiversidade planetaria e no proprio planeta, etc.
   Sae o Sol enormemente laranxa en medio da brétema, facendo sombras na montaña. A súa silueta, apórtame acougo.
Desconecto con desdén a caixa tonta, remato o meu café e antes de marchar cara o traballo, poño por fin o CD “Tir na Nog” de Alan Stivell…a vella melodía da terra da eterna xuventude.

sábado, 30 de octubre de 2010

Dura Madre Tierra



    Me levanto a las 7 h. menos cuarto de la mañana. Aún es de noche.
Medio dormido, me preparo un café con leche y dudo entre escuchar a Alan Stivell o ver la tele. Finalmente, por pura inercia, gana la caja tonta.
Entre sorbo y sorbo, engullo las noticias planetarias que para variar no son nada alentadoras.
Aparte del monotema de la “crisis” (fruto de una macroeconomía despilfarradora, agresiva e insolidaria) y el rollo patatero de los políticos de turno, me sorprenden otros acontecimientos mundiales que se escapan del control del homo sapiens.
Entre mordisco y mordisco de magdalena, desfilan ante mis ojos, desgarradoras imágenes venidas de Indonesia. Primero llegó la inesperada y desoladora fuerza salvaje del tsunami: cientos de personas arrancadas de su lecho por gigantescas olas asesinas.
A continuación, la erupción del volcán Merapi. En la pantalla, un hombre en motocicleta atraviesa a duras penas un grueso manto de ceniza tóxica… cuerpos abrasados, viviendas arrasadas y un panorama fantasmal.
Es la cara bruta de la Madre Tierra que arremete violentamente contra inocentes humanos sin previo aviso.
Seguidamente llegan imágenes de Haití, por cierto, el país más pobre de América: el cólera segando vidas de nuevo (daños colaterales al fin y al cabo de la sacudida de la corteza terrestre).
En un instante, me aflora ese sentimiento de rabia y hasta cierto punto de nihilismo de la adolescencia: “Si Dios existe ¿Por qué carajo, permite todo esto?”.
Luego arremeto contra la Tierra como hijo que se revela: “¿Por qué tus bellezas y bondades se tornan crueles contra tus criaturas predilectas?” (haciéndose inevitable la influencia del bagaje educacional antropocentrista recibido) y no puedo evitar verla como a un niño malo que acerca un mechero a la entrada de un hormiguero para contemplar por placer como se retuercen los desprotegidos insectos entre la llama.
Finalmente, me vienen recuerdos de mi último viaje a la isla de Lanzarote… de la belleza de su paisaje volcánico, consecuencia sin duda alguna de una orogénesis violenta. Recapacito y pienso que quizás nada es gratuito… a pesar de todo.
De alguna manera, cuando Madre Tierra manifiesta su furia no hace distinciones, no otorga privilegios al homínido más evolucionado… de nada sirve la tecnología alcanzada ni los petrodolares.
Percibo ahora al Planeta como un ente vivo que late, que tiene fuerza, que también se expresa en ocasiones salvajemente con efectos secundarios indeseables… y veo al ser humano, pequeño, uno más, en igualdad de condiciones que cualquier ser vivo.
Y se me antoja injusto, prepotente y absurdo el “especismo” instaurado por el Hombre (y la Mujer). Injusto, el arrogante y despiadado aprovechamiento masivo de todas las manifestaciónes de vida animal y vegetal. Injustas las irreversibles secuelas producidas en la biodiversidad planetaria y en el propio planeta, etc.
   Sale el Sol enormemente naranja entre la niebla, haciendo sombras en la montaña. Su silueta me relaja.
Desconecto con desdén la tonta caja, acabo mi café y antes de partir hacia el trabajo, pongo por fin “Tir na Nog” de Alan Stivell…la vieja melodía de la tierra de la eterna juventud.

jueves, 7 de octubre de 2010

Liberté, Egalité et Fraternité...


    Desde temprana edad, la numismática ha sido una de mis aficiones favoritas.
Comencé a coleccionar monedas con apenas siete u ocho años. En la escuela había un niño cuyo padre trabajaba de conserje en el Parador de Turismo (antiguo castillo).
Dicho chaval, acudía a los recreos con montones de monedas extranjeras que su padre recogía del “estanque de los deseos”.
En aquel entonces, yo estaba acostumbrado a la pesetilla de rigor con águila imperial de abdomen parapetado con castillos, leones, cadenas, barras, incluyendo apetitosa granada… yugo sin bueyes pero con flechas… y todavía la omnipresente y flotante cabeza redondeada de un tal Francisco Franco Bahamonde. En divisa “golosinil” (disculpas por la palabreja), equivalía a bolsa de pipas mediana o diez caramelos pequeños o piruleta grande o deliciosa galleta rellena de chocolate.
Reconozco que estéticamente a mí la “rubia” me molaba, por aquello de ser el águila mi animal preferido -quizá por admirar su vuelo- pero lo flipaba al ir descubriendo el novedoso y variado abanico pecuniario ofertado por el hijo del conserje del castillo.
Fascinado, comencé a cambiarle mis cromos por monedas.
Yo, fantaseaba con los llamativos diseños acuñados por las diversas fábricas de moneda y timbre. ¡Existían otros idiomas!: “One dollar, one pound, um escudo d’ouro... Polska, Österreich, Republique Française… Liberté, Egalité et Fraternité…”-
   Por cierto lo de Republique Française (más tarde supe que no se pronunciaba francaise sino fransese) y lo de Liberté, Egalité et Fraternité, me cautivaba. Bueno, la verdad es que a mí Francia ya me tiraba: el exotismo de las amigas francesas de las hijas de los emigrantes que acudían en verano, con sus cabellos color oro y precoz coqueteo; el idioma elegante y enigmático; la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo, etc.
Sí, la moneda de un franco con la emblemática escena de la mujer con gorro revolucionario lanzando semillas a un campo con sol poniente, me ponía (numismáticamente hablando)… especialmente su lema.
Aquello de Libertad, Igualdad y Fraternidad -a pesar de mis “limitadas” entendederas- me parecía muy bonito. Lo de ser libres, iguales y hermanos, sonaba perfecto.
   Posteriormente me empezaron a seducir las monedas antiguas y particularmente las romanas. Eso de palpar con mis manos un oxidado e ilegible sestercio (regateado el la Plaza de Cascorro) que sin duda alguna había palpado un ser humano dos mil años atrás, me parecía mágico. Pero eso es ya otra historia. 
   Pasaron los años.
En el fondo creo ser el mismo niño que trocaba cromos por monedas pero con funda externa de adulto… y por qué no decirlo, con cierto bagaje existencial.
¿Con Francia?... por qué negarlo, un poco defraudado. Un poco defraudado con Francia y si soy sincero, con el mundo entero (perdón por el maximalismo). Me refiero a ese mundo prepotente, derrochador, insolidario, belicista y destructor de la biodiversidad.
El éxodo forzoso de ciudadanas y ciudadanos de etnia gitana decretado por Sarkozi es la punta del Iceberg de un Occidente no tan libre, poco igual y poco fraternal.
Dirán que el lema ahora es: “Liberté, Egalité, Fraternité et Responsabilité”… pero todo es mentira… una gran mentira.

domingo, 3 de octubre de 2010

Lanzarote

   Hace no mucho, he viajado con Alán y Alba a la Isla de Lanzarote. Sin duda alguna, he de reconocer que a la hora de elegir el lugar de destino fue determinante su atractiva oferta de “material pictórico telúrico”.
Lanzarote, es una hermosísima isla volcánica llena de contrastes, donde se “masca” planeta.
En esta ocasión preferimos prescindir de las rutas turísticas habituales y perdernos por el territorio.
Todos los días hacíamos ascensiones a algunos de los numerosos y variados conos volcánicos –algunas atrevidas- donde aparte de disfrutar de su belleza, podíamos recoger muestras de lava solidificada de variadas tonalidades y texturas: el Volcán Tao, con su viento y sus campos de cultivos plateados; el Volcán Corona, con su intrépida subida y espectacular cráter; la Montaña Colorada, con sus peligrosas grietas en el camino y finísima arena color oro… y otros, que nosotros bautizamos: el Volcán Oasis, con su gigantesca palmera e higueras asilvestradas de suculento fruto, en el interior; el rojizo Volcán Luna-Roja con sus decadentes estructuras circulares de antiguos cultivos, en el fondo del cráter; el elegante y multicolor Volcán Montaña de Piedras; los asombrosos Volcanes Lengua de Lava…
Por otra parte, también fueron memorables las horas pasadas apaciblemente recogiendo cristalitos de olivino erosionados por la mar en el Golfo o en la cala de la Montaña Bermeja... cálida arena negra junto a Los Hervideros… arena dorada en El papagayo y Puerto del Carmen… tierra caliza en los acantilados de las cuevas de los guanches, etc.
Al marchar de la isla me invadió cierto sentimiento de… ¿nostalgia?... por todo lo vivido.
Ahora, de nuevo en la península, en mi taller de pintura, acaricio los cristalitos de variados tonos verdosos y acaramelados, las diversas arenas con sus suculentos tactos, las pequeñas piedras volcánicas cual asteroides en miniatura… y recuerdo los momentos, lo percibido y sentido, la insuperable compañía… y de nuevo siento el latido de la isla con los vestigios de su abrupta orogénesis, el latido de la Madre Tierra… mi propio latido.
La creatividad está servida en bandeja.
Gracias, Lanzarote.

Océano y mar de lava

Volcán Mancha Blanca

Volcán Isla

Lengua de lava gigante

Foto en ruta

Camellos y Tierra

Enrique, camellero

Camélido

Ascensión

Policromía en cráter

Flora Volcánica

Líquenes

Volcán y cultivos

Cráter Volcán Luna-Roja

Flor volcánica

Flora volcánica

Volcán Corona

Cráter Volcán Corona

Flora Volcánica

Campos de Tabayesco


                                          

martes, 28 de septiembre de 2010

CURSO INICIACIÓN PINTURA TELÚRICA Noviembre 2010

                              ARTE DE LA MADRE TIERRA





Fecha:
Viernes 19, sábado 20 y domingo 21 de noviembre de 2010
Lugar:
TALLER DE LA MONTAÑA (Sierra de Gredos)
Guijo de Santa Bárbara- Cáceres
Destinatarias/os:
Aquellas personas que deseen iniciarse en la creación pictórica con tierras, arenas, pigmentos naturales, gemas, materia orgánica perdurable etc.
Objetivos:
Familiarizarse con el “material pictórico” que generosamente aporta  la Madre Tierra. Conectar con dicha entidad en el selecto entorno natural que ofrece el Taller de la Montaña.
Potenciar la propia creatividad. Descubrir la variedad cromática, de texturas, incluso de aromas que nos brinda la pintura telúrica. Informar de las propiedades y beneficios de los elementos... y de la propia pintura.
Despertar la sensibilidad. Servir, de alguna manera, como punto de apoyo en el camino de la armonización interior.
Posibilitar la socialización en un grupo de inquietudes afines.
Desarrollo:
Se impartirán nociones teóricas y prácticas. Se realizará una o varias recolecciones guiadas de algunas tierras y materia orgánica perdurable. Se dispondrá del material pictórico necesario (diversas tierras y pigmentos, aglutinante, tablas, pinceles, cribas, etc.).
Si fuese preciso se facilitará el transporte diario al taller. Se podrán hacer pequeñas rutas a pie a lugares emblemáticos cercanos. Igualmente se facilitará material didáctico.
Habrá momentos para el descanso o para tomar algún café o infusión.
Invitación:
Siente la fuerza de los elementos, aprende a trabajar con ellos, inicia tu propio camino creativo en conexión con la Madre Tierra y tu interior.
Disfruta de la tranquilidad del bosque, de la luz de la mañana o del atardecer, de la limpia cúpula celeste nocturna cargada de galaxias, del calor de la chimenea... del arco iris de la tonalidades otoñales.
Juega también a hacer pintura en la naturaleza, realizando impregnaciones de tierras en rocas y árboles… en tu piel si lo deseas.
Descubre la magia de la pintura telúrica... tu propia magia.
Crea y crece.
Contacto:
Tf: 650561234 telluric.art@gmail.es telluric_art@yahoo.es

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Curso de Iniciación a la Pintura Telúrica-agosto 2010

   Comenzamos el viernes día 27 dándonos un chapuzón en las cristalinas aguas de una selecta poza de la garganta Jaranda… sin duda alguna el calor lo hacía recomendable. A continuación nos dirigimos a recolectar unas tierras en un lugar cercano, que nos habrían de servir posteriormente como material pictórico para nuestros trabajos. Ahí ya pudimos experimentar el primer contacto con los nobles elementos que la Madre Tierra ofrece… ver, palpar detenidamente, percibir incluso los aromas, recolectar con sumo respeto y agradecer.
En la ascensión al Taller de la Montaña, se nos echó la noche encima y tocó la hora de cenar e intercambiar sensaciones.
   En la jornada del sábado, empezamos directamente con un trabajo guiado (pero libre) sobre tabla. Fuimos conociendo de cerca el material pictórico telúrico, algunas de sus particularidades y secretos. Seleccionamos nuestros pigmentos atendiendo a las preferencias cromáticas, de textura o cualidades. Aprendimos a familiarizarnos con el cribado, con la mezcla con aglutinante, con el uso del pincel… y comprobamos los primeros resultados si cabe con agradable sorpresa.
Hubo merecidas paradas para el café o la infusión de rigor, algún chapuzón en la pequeña alberca y la comida donde poder reponer fuerzas y confraternizar.
Por la tarde paseamos por el bosque hasta el arroyo de las libélulas-hadas y quién quiso participó en un trabajo de pintura corporal.
Después disfrutamos de unos momentos de ocio: voces, maracas, tambor, txalaparta, danza… y risas.
   El domingo, lo iniciamos con el trabajo de creación libre aprovechando el soporte preparado con las tierras recolectadas con anterioridad. Enseguida se perfilaron estilos muy personales y cada cuadro iba cogiendo el alma que su autor/a le iba dando. La confianza en el trato con la materia parecía ir creciendo.
Hicimos una pequeña parada para dar paso a la teoría: características y peculiaridades de la modalidad, acercamiento al material pictórico telúrico (diversas tierras y arenas, piedras, cristales, gemas, materia orgánica perdurable, etc.), propiedades específicas… y algo de “pictoteluroterapia”.
Por supuesto, de nuevo, paramos para tomar té o café, refrescarnos y comer.
Acabamos los trabajos pictóricos antes de la entrega de diplomas y al atardecer llegó la despedida entre abrazos.
   Gracias amigos y amigas, por vuestra receptividad.
Carlos, Lys, Edu, Raquel, Marisa, Eduardo, Belén, Carmen, María Jesús y Juan José... os aseguro que he aprendido mucho de vosotros/as.
Gracias Alicia por tu indispensable apoyo logístico, por tu experiencia y amistad.

Iniciación a la Pintura Telúrica-agosto 2010